martes, 3 de enero de 2017

Los diez secretos de la felicidad

1. LA ACTITUD:
La Felicidad es una elección que puedo hacer en cualquier momento y en cualquier lugar.

Mis pensamientos son los que me hacen sentir feliz o desgraciado, no mis circunstancias.

Sé capaz de cambiarte a ti mismo, y el mundo cambiará contigo...

Recuerda que lo único que puedes controlar en el mundo son tus pensamientos...

Aunque cuando uno está verdaderamente enamorado "hay razones del corazón que la razón desconoce y se niega a aceptar".

2. EL CUERPO:

Mis sentimientos son influenciados por mi postura. Nada como una sonrisa.

Una postura adecuada genera una disposición feliz.

Es importante también que hagas ejercicio, éste nos libera del estrés y genera la secreción de endorfinas, que hacen que nos sintamos bien.

Mira siempre hacia arriba y sólo podrás reír, pues no conozco a nadie que haya podido llorar en esa postura.

3. EL MOMENTO:

La felicidad no está en los años, meses, en las semanas, ni siquiera en los días.

Sólo se la puede encontrar en cada momento. "Hoy es el mañana del ayer.

Además la vida siempre tiene derecho a sorprendernos, así que aprende a vivir el presente sin ninguno de los traumas del pasado ni las expectativas del futuro.

Recuerda que la Felicidad no es una meta, sino un trayecto.

Disfruta de cada momento como si en él se combinaran tu pasado, tu presente y tu futuro.

4. NUESTRA PROPIA IMAGEN:

Debo aprender a amarme a mí mismo como soy. Creer en ti mismo da resultados.

Sólo al querernos podemos abrir el corazón a que nos quieran.

Cuanto más te conozcas, en mayor medida podrás darte a los demás.

Dag Hammarshöld decía: "El camino más difícil es el camino al interior"... y, al menos una vez en la vida, debemos recorrerlo.

5. LAS METAS:

Sabes cual es la diferencia entre un sueño y una meta?

Una meta es un sueño con una fecha concreta para convertirse en realidad.

Un sueño es solo un sueño, algo que está fuera de la realidad... así que atrévete a soñar, pero atrévete también a esforzarte por lograr que esos sueños se hagan realidad !!!

"Apunta hacia la Luna, pues aunque te equivoques, irás a parar a las estrellas..."

Y cuando te pongas una meta difícil o creas que tienes un sueño imposible, recuerda que el éxito es sólo la recompensa, pues lo que vale es el esfuerzo.

6. EL HUMOR:

La sonrisa es muy importante para mejorar la autoestima.

Cuando sonreímos, aunque no sintamos nada, nuestro cerebro lo entiende como una señal de que todo va bien y manda un mensaje al sistema nervioso central para que libere una sustancia llamada beta-endorfina, que da a la mente una respuesta positiva.

Dicen que una sonrisa cuesta menos que la electricidad, pero que da más luz.. Además, con cada sonrisa que le das a alguien o a ti mismo siembras una semilla de esperanza.

7. LAS RELACIONES:

La sinergia es unir fuerzas y caminar juntos para conseguir cosas...

Siempre que dos o más personas se unen en un espíritu de colaboración y respeto, la sinergia, basada en la comunicación y empatía se manifiestan naturalmente.

Trata de entender a las personas que te rodean, quiere a tus amigos como son sin intentar cambiarlos, porque cuando te sientas mal, sin importar como sean, el verdadero amigo estará allí para apoyarte y brindarte todo su amor.

Así que cultiva tus amistades, pues ellas nos son gratis!

La amistad, al igual que la mayoría de los sentimientos, debe fluir de manera natural, debe alimentarse a través de detalles. Por ello la verdadera amistad no puede basarse en condiciones, intereses ni requisitos.

8. EL PERDON:

Mientras mantengas odios y resentimientos en tu corazón, será imposible ser feliz.

Lo maravilloso del perdón no es que libera al otro de su eventual culpa, sino que te libera a ti de un sufrimiento para el alma. La vida es muy bella como para mantener sentimientos negativos en nuestro camino...

9. DAR:

Uno de los verdaderos secretos para ser feliz es aprender a dar sin esperar nada a cambio.

Las leyes de la energía y la justicia te devolverán con creces lo que des.

Si das odio, recibirás odio tarde o temprano, pero si das amor, recibirás multiplicado ese amor. Quien ama de verdad da todo de sí por hacer feliz a su amado.

Sólo el que aprende a dar desinteresadamente, está en camino de descubrir la verdadera felicidad.

10. LA FE:

La Fé crea confianza, nos da paz mental y libera al alma de sus dudas, preocupaciones, ansiedad y miedos. Ten fé, esperanza y optimismo en ti mismo y en todos los proyectos que quieras emprender!!!

Pero no te asustes cuando dudes, simplemente desea las cosas de todo corazón y lleno de fé porque Querer es poder.

Dicen que el hombre llega a ser sabio cuando aprende a reírse de sí mismo. Así que ríe, ríe alegremente... ¡y el mundo reirá contigo!

Si pudiéramos practicar tan sólo uno de estos secretos al día, quizás no tardaríamos mucho en acercarnos a la felicidad!!!

miércoles, 23 de abril de 2014

¿Quién entiende a la gente ...?

Si eres demasiado bueno...
hipócrita te han de llamar,
si eres indiferente con los demás...
que eres mala persona te dirán.
Si das algo de lo que tienes,
dicen que es por méritos ganar,
si no das nada de ti,
dicen que el egoísmo te ha de matar.

Si trabajas fuertemente,
dicen que es poco el tiempo que les dedicas,
si no trabajas, dicen que el
Primer Premio
"A la Vagancia" ameritas.

Si te gusta estar metido en todo,
bochinchero te llamarán,
si no te gusta meterte en nada,
de antisocial te tratarán.

Si duermes poco y trabajas mucho,
dicen que te vas a desgastar,
si duermes mucho y trabajas poco,
dicen que la pereza te va a matar.

Quién entiende la vida...

Si huyes de donde hay problemas,
cobarde a ti te dirán,
si estás siempre donde los hay,
de busca pleitos te calificarán.

Si vas a la Iglesia a diario,
de fanatismo te acusarán,
si nunca asistes a ella,
como "ateo " te conocerán...

Si nunca sales de casa,
dicen que eres un aburrido,
si sales frecuentemente,
dicen que eres un perdido.

Si eres alguien muy exitoso,
con envidia te tratarán,
si estás feliz con lo que tienes,
"conformista" te llamarán.

Si eres joven y dispuesto,
inmaduro te han de llamar
si eres viejo experimentado,
creen que no hay derecho a opinar.

Quién entiende la vida...

Si caminas a paso lento,
dicen que debes avanzar
si tu paso es muy ligero,
se quejan por no poderte alcanzar.

Si vives la vida en sueños,
que despiertes te pedirán,
si eres demasiado realista,
de inhumano te acusarán.

Si eres amable con todos,
creen que algo has de ocultar,
si eres grosero y pedante,
nadie te ha de soportar.

Si eres honesto y sincero,
como tonto te han de tratar,
si eres todo lo contrario,
siempre te han de criticar.

Si amas y entregas todo de ti,
dicen que mucho sufrirás,
si vives para ti mismo,
dicen que sin amor no vivirás.

Quién entiende la vida... quién entiende a la gente...

Es irónico pensar, que por mejor que seas, siempre tus defectos alguien resaltará, puedes ayudar al mundo y siempre alguien aparecerá que no crea en tu sinceridad, los seres humanos somos diferentes y no es posible que todo el mundo nos vea de la misma forma, porque somos simplemente su espejo.

Si alguien te dice lo dulce que eres, es que esa persona posee dulzura, si alguien exalta tu belleza, es que la belleza interior de esa persona es tan grande que no posee envidia, si alguien piensa que compites en todo, es porque ellos mismos ven en todo una competencia, si alguien piensa que lo odias, es porque el odio corroe su alma.

Ahora... mírate a ti mismo y date cuenta de que lo que ves en los demás es lo que tú mismo sientes por ti.

martes, 11 de marzo de 2014

Usa protector solar

Si pudiera ofrecerles sólo un consejo para el futuro, sería éste: Usen protector solar.

Los científicos han comprobado sus beneficios a largo plazo mientras que los consejos que les voy a dar, no tienen ninguna base fiable y se basan únicamente en mi propia experiencia. He aquí mis consejos:

Disfruta de la fuerza y belleza de tu juventud.

No me hagas caso. Nunca entenderás la fuerza y belleza de tu juventud hasta que no se haya marchitado.

Pero créeme, dentro de veinte años, cuando en fotos te veas a ti mism@ comprenderás, de una forma que no puedes comprender ahora, cuántas posibilidades tenías ante ti y lo guapo-a que eras en realidad.

No estás tan gord@ como imaginas.

No te preocupes por el futuro. O preocúpate sabiendo que preocuparse es tan efectivo como tratar de resolver una ecuación de álgebra masticando chicle.

Lo que sí es cierto es que los problemas que realmente tienen importancia en la vida son aquellos que nunca pasaron por tu mente, de ésos que te sorprenden a las 4 de la tarde de un martes cualquiera.

Todos los días haz algo a lo que temas. Canta.

No juegues con los sentimientos de los demás. No toleres que la gente juegue con los tuyos.

Relájate. No pierdas el tiempo sintiendo celos. A veces se gana y a veces se pierde.

La competencia es larga y, al final, sólo compites contra ti mismo.

Recuerda los elogios que recibas. Olvida los insultos (pero si consigues hacerlo, dime cómo hacerlo).

Guarda tus cartas de amor. Tira las cartas del banco. Estírate. No te sientas culpable si no sabes muy bien qué quieres de la vida.

Las personas más interesantes que he conocido no sabían qué hacer con su vida cuando tenían 22 años. Es más, algunas de las personas que conozco tampoco lo sabían a los 40.

Toma mucho calcio. Cuida tus rodillas sentirás la falta que te hacen cuando te fallen.

Quizá te cases, quizá no. Quizá tengas hijos, quizá no. Quizá te divorcies a los 40, quizá no.

Quizá bailes el vals en tu 75 aniversario de bodas. Hagas lo que hagas no te enorgullezcas ni te critiques demasiado. Optarás por una cosa u otra, como todos los demás.

Disfruta de tu cuerpo. Aprovéchalo de todas las formas que puedas.

No tengas miedo ni te preocupes por lo que piensen los demás porque es el mejor instrumento que jamás tendrás.

Baila, aunque tengas que hacerlo en el salón de tu casa.

Lee las instrucciones aunque no las sigas. No leas revistas de belleza pues para lo único que sirven es para hacerte sentir fea-o.

Aprende a entender a tus padres. Será tarde cuando ellos ya no estén.

Llévate bien con tus herman@s. Son el mejor vínculo con tu pasado y, probablemente, serán los que te acompañen en el futuro.

Entiende que l@s amig@s vienen y se van pero hay un puñado de ellos-as que debes conservar con mucho cariño.

Esfuérzate por no desvincularte de algunos lugares y costumbres porque, cuando pase el tiempo, más los necesitarás.

Vive en una ciudad alguna vez pero múdate antes de que te endurezcas.

Vive en un pueblo alguna vez pero múdate antes de que te ablandes.

Viaja. Acepta algunas verdades ineludibles: los precios siempre subirán, los políticos siempre mentirán y tú también envejecerás.

Y, cuando seas viej@, añorarás los tiempos en que eras joven: los precios eran razonables, los políticos eran honestos y los niñ@s respetaban a los mayores.

Respeta a los mayores. No esperes que nadie te mantenga pues tal vez recibas una herencia o, tal vez te cases con alguien ric@ pero, nunca sabrás cuánto durará.

No te hagas demasiadas cosas en el pelo porque cuando tengas 40 años parecerá el de alguien de 85.

Sé cauto-a con los consejos que recibes y ten paciencia con quienes te los dan. Los consejos son una forma de nostalgia.

Dar consejos es una forma de sacar el pasado del cubo de la basura, limpiarlo, ocultar las partes feas y reciclarlo dándole más valor del que tiene.

Pero hazme caso en lo del protector solar.

...Mary Theresa Schmich

viernes, 21 de febrero de 2014

Aprendiendo

Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar 
un alma, y uno aprende que el amor no significa acostarse y una compañía no significa 
seguridad, y uno empieza a aprender... 
Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas, y uno empieza a aceptar sus 
derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos, y uno aprende a construir todos sus caminos en 
el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes... y los futuros tienen 
una forma de caerse en la mitad. 
Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el calor del sol quema. Así 
que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le 
traiga flores. 
Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno 
realmente vale, y uno aprende y aprende... y con cada día uno aprende. 
Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro significa que 
tarde o temprano querrás volver a tu pasado. 
Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender 
cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas. 
Con el tiempo te das cuenta de que si estás al lado de esa persona sólo por acompañar tu 
soledad, irremediablemente acabarás no deseando volver a verla. 
Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por 
ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas. 
Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir 
lastimando a quien heriste, durante toda la vida. 
Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es sólo de almas 
grandes. 
Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la 
amistad jamás volverá a ser igual. 
Con el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz con tus amigos, algún día llorarás por 
aquellos que dejaste ir. 
Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible. 
Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o 
temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios multiplicados al cuadrado. 
Con el tiempo aprendes a construir todos tus caminos en el hoy, porque el terreno del 
mañana es demasiado incierto para hacer planes. 
Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará que al 
final no sean como esperabas. 
Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento 
que estabas viviendo justo en ese instante. 
Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado, añorarás terriblemente 
a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado. 
Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que 
extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo, ante una tumba, ya no tiene 
ningún sentido. 
Pero desafortunadamente, solo con el tiempo... 

jueves, 13 de febrero de 2014

¿Que cuantos años tengo?

Frecuentemente me preguntan que cuántos años tengo...

¡Qué importa éso!

Tengo la edad que quiero y siento. La edad en que puedo gritar sin miedo lo que pienso. Hacer lo que deseo, sin miedo al fracaso, o lo desconocido.

Tengo la experiencia de los años vividos y la fuerza de la convicción de mis deseos.

¡Qué importa cuántos años tengo! No quiero pensar en ello.

Unos dicen que ya soy viejo y otros que estoy en el apogeo.

Pero no es la edad que tengo, ni lo que la gente dice, sino lo que mi corazón siente y mi cerebro dicte.

Tengo los años necesarios para gritar lo que pienso, para hacer lo que quiero, para reconocer yerros viejos, rectificar caminos y atesorar éxitos.

Ahora no tienen porqué decir: Eres muy joven... no lo lograrás.

Tengo la edad en que las cosas se miran con más calma, pero con el interés de seguir creciendo. Tengo los años en que los sueños se empiezan a acariciar con los dedos, y las ilusiones se convierten en esperanza.

Tengo los años en que el amor, a veces es una loca llamarada, ansiosa de consumirse en el fuego de una pasión deseada.

Y otras un remanso de paz, como el atardecer en la playa.

¿Qué cuántos años tengo? No necesito con un número marcar, pues mis anhelos alcanzados, mis triunfos obtenidos, las lágrimas que por el camino derramé al ver mis ilusiones rotas...

Valen mucho más que eso.

¡Qué importa si cumplo veinte, cuarenta, o sesenta!

Lo que importa es la edad que siento.

Tengo los años que necesito para vivir libre y sin miedos.

Para seguir sin temor por el sendero, pues llevo conmigo la experiencia adquirida y la fuerza de mis anhelos.

¿Qué cuantos años tengo? ¡Eso a quién le importa!

Tengo los años necesarios para perder el miedo y hacer lo que quiero y siento

sábado, 14 de septiembre de 2013

Equilibrio

La mejor señal de equilibrio en una vida es un sentimiento de bienestar, optimismo y una clara conciencia. La base para lograrlo es cuidar la propia espiritualidad, conservar en todo momento un espíritu apacible, afable y reflexivo. De ese modo sabré intuitivamente como satisfacer las diversas responsabilidades. Sólo puedo dar a los demás lo mejor de mí mismo cuando estoy en plena forma.

Para sentir este estado de plenitud debo fortalecer mi capacidad de permanecer estable ante las diferentes situaciones y escenas de la vida. Y junto a la estabilidad, tengo que desarrollar la habilidad de mantener un equilibrio entre:
Ser alegre, pero no excesivamente extrovertido.
Ser sincero, pero no herir.
Ser firme en las ideas pero no arrogante.
Ser humilde pero no sumiso.
Ser rápido pero no impreciso.
Estar contento pero no ser complaciente.
Ser despreocupado pero no ser descuidado.
Ser amoroso pero no apegado.
Ser pacífico pero no pasivo.
Ser disciplinado pero no rígido.
Ser flexible pero no débil.
Ser obediente pero no ciego.
Ser dulce pero no pegajoso.
Ser moldeable pero no tonto.
Ser introvertido pero no cerrado.
Ser decidido pero no testarudo.
Ser valiente pero no agresivo.

correr el riesgo

Siempre se corre el riesgo...

La seguridad es de tontos ...
de los que no se atreven...
de los que se aseguran,
para no perderse en el abismo
que produce el no saber qué va a pasar.

Siempre corro el riesgo...

Cuando pienso en lo que hago
y también cuando no pienso...
cuando corro y cuando camino...
cuando digo lo que pienso y cuando callo...
cuando tomo decisiones
y cuando me las guardo...
cuando lloro y cuando río.

Siempre corro el riesgo...

Cuando me animo y cuando me acobardo...
cuando digo la verdad y cuando miento...
Cuando me juego por alguien
y cuando no lo hago por nadie.

Siempre se corre el riesgo...

De enamorarse de quien nos corresponde
y de amar a quien no nos ame nunca...
de entregar todo, mucho o poco que tengamos dentro...
de cometer errores pero también aciertos...
de apostar más de una ficha y no entender el juego...
o creer que las sabemos todas e ignorar tantas otras...
de soportarlo todo y no interesarnos por nada.

Siempre corremos el riesgo...

De tomar un camino equivocado o de creer
que el nuestro es el único correcto...
de animarnos o no a hacerlo...
poder creer o creer siempre que no puedo...
permitirme algo o coartar toda posibilidad de ser...
ser no es nada fácil...el no ser no tiene sentido.

Siempre corro el riesgo...

Cuando creo y cuando desconfío...
cuando soy feliz y cuando no puedo serlo...
cuando me permito y me prohíbo...
cuando me acerco y también cuando me alejo...
cuando abro puertas y cuando las cierro todas...
cuando veo una luz y cuando ando a oscuras...
cuando afirmo y cuando niego...
cuando elijo algo nuevo,
cuando me aburro de lo viejo...
cuando me río de mi mismo
y cuando lloro por lo ajeno.

Siempre corro el riesgo...

Cuando sostengo...cuando me caigo...
cuando estoy atento... cuando me distraigo...
cuando conozco algo nuevo
y me aferro a lo que tengo...
cuando llego demasiado temprano...
o cuando creo que para todo es tarde.

Siempre corremos el riesgo...

Cuando acepto todo sin cuestionarme nada...
cuando reveo mi historia
y me otorgo sólo desdichas...
cuando me sorprendo y cuando me aburro...
cuando llego y cuando creo que nunca alcanzo...
cuando construyo y también cuando me quiebro...
cuando me castigo por un fracaso...
o me galardono por un éxito
cuando me enojo y cuando protesto...
cuando se abren nuevos caminos
y cuando no veo ninguno.

Siempre corro el riesgo...

Cuando piso fuerte y cuando resbalo...
cuando hiero y desestimo
y cuando pido perdón y me arrepiento...
cuando me veo en el espejo y me agrado
y también cuando no me miro...
cuando recuerdo y cuando olvido...
cuando comparto todo
o cuando todo me lo guardo...
cuando me cuido
y también cuando me abandono.

Siempre corro el riesgo...

Cuando propongo una idea
o no se me ocurre ninguna...
cuando admiro lo bello
y cuando me creo más que otros...
cuando me equivoco y también cuando acierto...
cuando pido perdón y cuando digo gracias...
cuando salgo a la calle a buscarte
y cuando vuelvo convencido
de que no voy a encontrarte...
cuando huelo tu perfume y no te veo...
cuando miro un mundo de colores...me ilusiono
y después me tropiezo..
cuando me levanto y cuando me acuesto..
cuando te cuento que de alguna manera
soy yo quien escribe
y también soy yo el que siento.
No apuestes a lo seguro...
a lo previsible....
ve un poco más allá...

¡corre ese riesgo!